miércoles, 26 de abril de 2017

...Y EL APOCALIPSIS SE ACERCA


Ayer hubo una noticia que pasó desapercibida y que, en mi opinión, no se le dio la suficiente importancia. Un submarino nuclear americano atracó en el puerto de Corea del Sur.

Como en los tiempos de la guerra fría, Estados Unidos intenta jugar una al ajedrez con Corea del Norte. La estrategia es disuadir a Kim Jong Un en su escalada armamentística, dejándole entrever que el poderío americano podría arrasarlos sin contemplaciones.

Este tipo de estrategias es factible cuando te enfrentas a gente que se mueve en el mundo real. EEUU y la URSS jugaron a este juego durante décadas, porque ambos sabían que en una contienda nuclear no habría vencedores ni vencidos, llevarían al mundo al holocausto.

A mí me da la sensación que el Sr. Trump no sabe con quién se enfrenta.

Kim Jong Un ha crecido aislado del mundo real. Durante toda su vida ha estado rodeado por un aparato propagandístico que apunta a occidente, no como el enemigo, si no como el mismo demonio. Su imagen del mundo distorsionada le hace tremendamente peligroso porque se ve amenazado por ese mal, casi místico, que le asusta desde niño, solo que ahora tiene el arma para acabar con él. Además, tiene un pueblo detrás que, no solo le apoya, sino que le anima a acabar con la amenaza de occidente.

Creo que estamos más cerca de lo que pensamos de una catástrofe nuclear. Puede que el mundo, tal y como lo conocemos esté a punto de cambiar y me asusta…ojalá me equivoque.

martes, 25 de abril de 2017

LAS EMPRESAS PÚBLICAS: EL CÁNCER DEL ESTADO.


Aunque ya he dedicado alguna reflexión a la corrupción, las noticias obligan un poco a ahondar en este tema.

Muchos partidos políticos defienden la gestión pública como la única forma de garantizar servicios de calidad al ciudadano. La privatización está siempre vinculada al despido de trabajadores y al deterioro del servicio.

Pues bien, yo no estoy de acuerdo. Es más, creo que uno de los cánceres de nuestra democracia y el mayor nido de corrupción en cualquier estamento del estado, ya sea un ayuntamiento, una comunidad o una delegación provincial, son las empresas públicas.

Cualquier empresa privada tiene herramientas externas que miden objetivamente su función y su beneficio. Si esta no cumple sus objetivos, su directiva debe tomar medidas para corregir deficiencias.

En una empresa pública no es así. Da igual que de unas perdidas monstruosas, porque siempre las absorbe el presupuesto. Nadie se preocupa si cumple objetivos o si su personal hace su trabajo. Lo único importante es que siga entrando el dinero para mantenerla.

Pongamos el caso de RTVE. Durante años tuvo financiación por parte del presupuesto y de la publicidad. Aun así, generaba enormes pérdidas y ni siquiera era la más vista. Sin embargo, las cadenas privadas tenían ofertas televisivas similares, con solo los ingresos generados por publicidad, y daban beneficios. ¿Cómo es posible?

Pues es posible porque nadie controla la gestión, ni su eficiencia. Porque su plantilla estaba sobredimensionada y con unas condiciones más propias de un funcionario. Gente que no necesita producir para conservar su puesto. Porque tenían gestores políticos y no profesionales.

Mientras no se les exijan resultados y no se les obligue a cumplir los objetivos, las empresas públicas seguirán siendo un agujero negro para el dinero y un paraíso para el amiguismo, para vagos sin formación, para caraduras y para gente buena, pero tremendamente desmotivada, viendo como otros se lo llevan muerto sin hacer nada.

A lo mejor privatizar no es la solución, pero continuar con la situación actual tampoco.

lunes, 24 de abril de 2017

...¿Y SI PEDRO SANCHEZ TIENE RAZÓN?


Una de las cosas que dejaron claro la primera vuelta de las elecciones francesas de ayer es la crisis de la socialdemocracia en Europa. Quedaron los quintos con menos de un 7% de los votos.

Y esto no solo pasa en Francia, en Grecia se encuentran en una situación similar. Y en España, no han hecho más que empeorar sus resultados en la última década.

Quizás Pedro Sanchez tenga razón y el éxito de la izquierda siempre ha sido ese punto subversivo, que ilusiona a los jóvenes y que hace ver que todo es posible.

El socialismo clásico se ha aburguesado. Se ha desplazado hacia un centro-izquierda más tradicional. Esta posición funciona cuando la economía va bien, porque permite al ciudadano seguir siendo de izquierdas, seguir siendo “progresista” sin arriesgar mucho. Sabiendo que la política de su país solo cambia en matices.

El problema es cuando estamos en una crisis económica y las clases más desfavorecidas necesitan escuchar una voz que les dé una esperanza de cambio. Esa voz fue el socialismo desde los años 70 hasta finales de siglo. Pero se quedó afónica hace años.

La idea de Pedro Sanchez es intentar volver a ocupar esa posición que tenía Felipe Gonzalez a finales de los 70. Ese político combativo representante del pueblo.

Yo creo que ya es imposible. Porque ya hay alguien que ocupa ese lugar. Jugar a radicalizar el Partido Socialista no suena creíble y no se puede jugar a dos barajas, no se puede ser radical y tradicional a la vez.

Creo que el socialismo clásico está muerto. Si Pedro Sanchez quiere llegar a algún sitio, que se afilie a Podemos e intente ganarle la secretaría general a Pablo Iglesias.

Dentro del PSOE, ya no puede ser el “Felipe Gonzalez” del  S. XXI, porque aquel Partido Socialista ya no existe.

viernes, 21 de abril de 2017

REALIDADES PARALELAS


Ya hace unos meses hablé sobre la importancia de la perspectiva a la hora de interpretar la realidad. Está claro que la mayoría de la gente vemos la realidad de una manera muy similar y nos cuesta aceptar a la gente que percibe el mundo de otra manera.

Cuando esta percepción dista mucho de aquello que nosotros definimos como realidad, lo tachamos de loco o de excéntrico. Intentamos llevar a este tipo de personas al redil y pretendemos imponerles la visión de la realidad que nosotros tenemos.

Pues bien, los avances más importantes de la humanidad siempre han sido fruto de gente que veía la realidad de una manera distinta a la del resto. Nuevas perspectivas que impulsaron la creatividad y nos lanzaron al futuro.

No estoy diciendo que haya que sacar a todos los locos de los manicomios. Esta claro que hay que ayudar a aquella gente cuya percepción de la realidad les hace sufrir o les hace peligrosos para sí mismos o para los demás.

Aunque nos asuste lo desconocido, debemos dar una oportunidad a aquellas personas que ven el mundo de manera diferente, porque sus matices podrían ser la clave para un mundo mejor.

Seamos tolerantes y mantengamos la mente abierta.

martes, 11 de abril de 2017

EN BUSCA DE LA PERFECCION


Vivimos en una sociedad que se ha sobre saturado de información. Recibimos un bombardeo constante de consejos que nos dicen como comer mejor, como estar más sano, como ser mejor padre, mejor abuelo, ser mejor estudiante, más popular… Además, la búsqueda de los medios por impactar al lector/espectador lleva los temas a los extremos. Los alimentos que no eran muy saludables ahora son prácticamente veneno, el azúcar es de las drogas más dañinas. Si les das poco cariño a tus hijos, los conviertes en seres sin corazón que serán maltratadores o asesinos de mayores. Si les das demasiado cariño, se volverán ególatras y narcisistas. Se creerán el centro del universo y de adultos serán gente sin empatía y egoístas.

Al final, intentamos seguir los consejos que creemos que nos ayudarán a tomar las decisiones correctas, aunque es difícil conseguirlo con tanta información contrapuesta. La mayoría de la gente intentamos hacer lo correcto; comer sano, hacer deporte, ser buenos padres, abuelos, hermanos, hijos…, hacer bien nuestro trabajo e intentar disfrutar de la vida.

Es difícil hacerlo bien en todas las facetas y a veces nos olvidamos que no somos perfectos y, que nuestro cuerpo y nuestra mente están preparados para aceptar las imperfecciones. Puede que no seamos los más fuertes, los más sanos, los mejores padres…pero eso no significa que seamos malos.

jueves, 6 de abril de 2017

BANDERAS PRECONSTITUCIONALES

© Cata Zambrano

Hace tiempo que no comentaba ninguna noticia política y hoy quiero comentar una de ayer. No es de las más importantes, pero me da bastante rabia. Ayer, el Ayuntamiento de Cádiz, en manos de Podemos, puso la bandera republicana en la plaza de la Constitución con motivo de las Jornadas de Memoria Histórica que se celebran en la ciudad.

Para mí, esta bandera es igual de preconstitucional, que la del “aguilucho” y no entiendo que quieren ganar con avivar las llamas de una división social que nos llevó una guerra hace más de 70 años.

Si, aquí hubo una guerra y hubo vencedores y vencidos. Los vencedores instauraron una dictadura que duró 40 años. Se supone que, a finales de los 70, tanto vencedores y vencidos firmaron una “paz” social, con el fin de mirar al futuro juntos, de perdonar y de olvidar revanchismos.

Pues los nietos y los biznietos de los perdedores, gente que ha vivido toda su vida en democracia, que no han conocido la dictadura, se están empeñando en revivir aquel conflicto. ¿Con que fin? Supongo que es una especie de revancha fruto del odio y yo no entiendo tanto odio. Todos los grandes responsables del régimen dictatorial ya están muertos y vivimos en libertad desde hace más de 30 años, ¿Cómo podemos poner fin a esto?

Ya se están eliminando todos los símbolos franquistas, cambiando los nombres de las calles y eliminando por sistema parte de nuestra historia. Pero se niegan a aceptar los símbolos constitucionales (forjados por el consenso de todos) Odian nuestra bandera, nuestro himno, nuestro sistema político…¿Qué pueden hacer las instituciones y la gente para que este odio acabe?

¿Matamos a todos los descendientes de franquistas? ¿A los políticos y a los banqueros? ¿Eliminamos nuestra bandera y nuestro himno? ¿Destruimos la unidad de nuestros territorios y nos convertimos en una suerte de “mini-estados” condenando a las regiones más pobres, como Andalucía, a la miseria? ¿A competir todos por las migajas del mundo rico? ¿A convertirnos en el puti-club de Europa?

¿Qué es lo que queréis para dejar de fomentar el odio? Necesito que alguien me lo diga. ¿Qué hay que hacer para que os sintáis ganadores? ¿Queréis que volvamos a la España del año 1931? Yo solo quiero que recordéis como acabo aquello…en guerra.

miércoles, 5 de abril de 2017

EDUCANDO PARA AFRONTAR LA VIDA


Por lo general, los padres somos bastante reticentes a que se produzcan cambios en los entornos en los que nuestros hijos se mueven. Es decir, no nos gusta que al cambiar de curso los cambien de clase o los mezclen, o que los cambien de grupo en el equipo de fútbol…Nos gusta que se muevan en un entorno seguro, conocido.

Si, además, el niño es tímido, este temor se multiplica. Nos adelantamos al sufrimiento que este cambio va a provocar a nuestro hijo. ¿Se adaptará? ¿Y si no encaja y se meten con él? ¿Le harán vacío y se quedará solo? Nuestra mente nos plantea los peores escenarios posibles y nosotros haremos todo lo posible para que estos cambios no se produzcan, para que nuestro hijo pueda continuar en su entorno seguro.

Pues hacemos muy mal.

Precisamente, si el niño tiene poco desarrolladas sus habilidades sociales, ponerle en situaciones en las que se vea abocado a integrarse en un grupo, le ayudará en el resto de su vida. La mayoría de las habilidades que adquirimos se basan en el ensayo-error. Cuanta más práctica tengamos, mayor será nuestra pericia.

Cuando intentamos evitar los cambios en su entorno, les perjudicamos. Ellos ya fueron los nuevos, cuando comenzaron una etapa escolar, o cuando comienzan una actividad extra escolar y, por lo general, suelen adaptarse bastante bien y, a la larga, estos cambios les enriquecen.

Los niños son más fuertes de lo que nosotros creemos. Si cuando son pequeños afrontan sus “pequeño retos”, cuando sean adultos tendrán las herramientas necesarias para enfrentarse a la vida con solvencia.

No podemos protegerles para siempre. Dejemos que aprendan a protegerse ellos mismos.

martes, 4 de abril de 2017

YO NO QUIERO UN ENTIERRO...¡QUIERO UNA FIESTA!


El otro día estaba reflexionando sobre la muerte y, ¿sabéis que me gustaría? Que cuando fallezca me hagan una fiesta.

Cuando alguien muere, siempre se enfoca el duelo en relación al vacío que se deja y al dolor que este hecho produce. A mí me gustaría que, en mi caso, se enfocara en la suerte que ha tenido la gente de haber compartido conmigo un trocito de su camino (¡si esto ha sido así, claro!) y de lo que yo he podido aportar a sus vidas.

Muchas veces vemos la vida como un viaje que realizamos solos, pero en realidad somos el fruto de la interacción con los demás. Nuestra forma de ser se fragua al calor de la relación con nuestras familias, nuestros amigos y nuestro entorno. Todos nos han aportado algo y, nosotros a su vez, también les hemos aportado algo.

Lo que quedará cuando nos hayamos ido será el recuerdo y la huella que hemos dejado en los demás. Me gustaría que la gente compartiera esos recuerdos con los demás y que formaran el puzle de mi vida con esos pedacitos de mí que cada uno posee.

Sería bonito irse de este mundo sabiendo que has dejado algo bueno para los que se quedan y no solo dolor y sufrimiento. La vida seguirá y tú recuerdo, tú ejemplo, tús consejos y tú cariño, vivirán por siempre en el corazón de aquellos que compartieron tu vida.

lunes, 3 de abril de 2017

VIENTOS DE CAMBIO


No sé si será común a todos los países, pero detecto una sensación de hartazgo en la gente. Estamos cansados de los políticos, del buenísimo, de la tecnología, de la economía, de Trump, de lo políticamente correcto, de los nacionalistas…Son como cientos de temas recurrentes que se nos hacen bola y nos saturan.

Quizás estemos en un final de ciclo. Nunca hemos sabido mantener el equilibrio y hemos pasado de épocas de rígidas normas y de control, a etapas de más libertad, que al final se van tornando en libertinaje y acaban imponiéndose las normas de nuevo.

Ahora estamos en una época de contrastes. Se supone que vivimos en una época de libertad en la que uno puede ser lo que quiera, pero no puedes decir lo que quieras. Como te descuides, te meten en la cárcel por enviar unos tuits poco acertados.

Cada día encumbramos y relegamos gentes. Todo muy rápido. Todo es viejo al minuto. Las mentiras se convierten en verdades y las verdades en mentiras. No hay tiempo de pararse a pensar y a reflexionar. Todo se hace con la intención de impresionar. Que esa noticia, esa entrada de Facebook, ese tuit, ese blog destaque por encima del resto. No importa que sea verdad o mentira, importa el minuto de gloria. Las visitas, la popularidad. Todo está vacío de contenido. Solo nos dedicamos a hablar, y nos hemos olvidado de escuchar.

A lo mejor estamos viviendo ese momento en el que todo cambia. Volver a la calma. Dejar de politizar todo. Socialmente, volver a ser auténticos y no un “avatar” construido con medias verdades que flota en la red. Que la verdad vuelva a ser un pilar del periodismo, por encima de los artificios y la primicia.

Quizás haya llegado el momento. Ojalá el mundo deje de parecer una olla exprés a punto de estallar….