martes, 25 de abril de 2017

LAS EMPRESAS PÚBLICAS: EL CÁNCER DEL ESTADO.


Aunque ya he dedicado alguna reflexión a la corrupción, las noticias obligan un poco a ahondar en este tema.

Muchos partidos políticos defienden la gestión pública como la única forma de garantizar servicios de calidad al ciudadano. La privatización está siempre vinculada al despido de trabajadores y al deterioro del servicio.

Pues bien, yo no estoy de acuerdo. Es más, creo que uno de los cánceres de nuestra democracia y el mayor nido de corrupción en cualquier estamento del estado, ya sea un ayuntamiento, una comunidad o una delegación provincial, son las empresas públicas.

Cualquier empresa privada tiene herramientas externas que miden objetivamente su función y su beneficio. Si esta no cumple sus objetivos, su directiva debe tomar medidas para corregir deficiencias.

En una empresa pública no es así. Da igual que de unas perdidas monstruosas, porque siempre las absorbe el presupuesto. Nadie se preocupa si cumple objetivos o si su personal hace su trabajo. Lo único importante es que siga entrando el dinero para mantenerla.

Pongamos el caso de RTVE. Durante años tuvo financiación por parte del presupuesto y de la publicidad. Aun así, generaba enormes pérdidas y ni siquiera era la más vista. Sin embargo, las cadenas privadas tenían ofertas televisivas similares, con solo los ingresos generados por publicidad, y daban beneficios. ¿Cómo es posible?

Pues es posible porque nadie controla la gestión, ni su eficiencia. Porque su plantilla estaba sobredimensionada y con unas condiciones más propias de un funcionario. Gente que no necesita producir para conservar su puesto. Porque tenían gestores políticos y no profesionales.

Mientras no se les exijan resultados y no se les obligue a cumplir los objetivos, las empresas públicas seguirán siendo un agujero negro para el dinero y un paraíso para el amiguismo, para vagos sin formación, para caraduras y para gente buena, pero tremendamente desmotivada, viendo como otros se lo llevan muerto sin hacer nada.

A lo mejor privatizar no es la solución, pero continuar con la situación actual tampoco.

No hay comentarios :

Publicar un comentario