La Navidad es una época para la nostalgia y el recuerdo. Una excusa para volver a ver a personas que pasaron por tu vida y que salieron de ella hace años. Compañeros del instituto, de la facultad, de viejos trabajos, amigos de toda la vida…
En muchas de estas cenas, de estos encuentros, vuelves a ver amores pasados. Personas que simplemente de gustaron, o de las que estuviste locamente enamorado/a. Rememoras decisiones que te llevaron a dejar un trabajo, a continuar unos estudios, o a dejarlos, a elegir unos “mejores” amigos, o haber elegido a otros.
Miles de vidas, miles de caminos que se abrieron ante ti y que cada día se abren. Tantas decisiones que tomamos y que nos llevan al punto en el que estamos.
Nosotros somos responsables de la vida que tenemos y, a lo largo del camino rechazamos miles de vidas posibles para llegar aquí. Cada día, cada minuto, cada segundo nos salvamos o nos condenamos. No importa tanto a donde te lleve el camino. La vida es el camino.
No hay comentarios :
Publicar un comentario