Da la sensación que si pierdes las tradiciones, pierdes la identidad, pero también es cierto que el mundo evoluciona y que hay tradiciones que son difíciles de seguir sosteniendo. Lo pintemos, como lo pintemos, con todo el arte y la épica que queramos darle, el toreo consiste en torturar y matar a un animal delante del público. El ver este espectáculo esta interiorizado en nuestra cultura y los españoles no lo vemos tan terrible, pero sustituye el toro por cualquier otro animal. Entonces uno se da cuenta que es una monstruosidad.
Sé que es un gran negocio y que prohibirlo significaría una gran pérdida de puestos trabajos y que heriría de muerte a la cría del toro, porque muchas ganaderías desaparecerían. Pero también pienso que, en el siglo XXI es una barbaridad lo que se hace con el animal.
Si me preguntáis que solución puede haber, pues no lo sé. Ningún animal debería ser torturado por simple divertimento. Pero prohibirlo podría significar la extinción del toro bravo.
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