miércoles, 19 de agosto de 2020

CONDENADOS A ELEGIR

 

No hay mejor manera para dividir a la gente que obligarles a elegir. Ahora mismo existe un movimiento intelectual y político que critica ferozmente la equidistancia. Personajes como Santiago Segura ha recibido recientemente multitud de críticas por defender la concordia en un mundo de constantes enfrentamientos.

Ser de izquierdas o de derechas, machista o feminista, racista o integracionista, nacionalista o patriota…Miles de extremos entre los que, al parecer, no existen puntos intermedios. Eres una cosa u otra. No valen medias tintas, ni equidistancias. Debes de ponerte en un bando, para poder estar en contra de los de enfrente. Así podemos odiarnos los unos a los otros. Así tenemos enemigos y obedecemos fielmente, sin fisuras y sin críticas, lo que los ideólogos de nuestro bando nos digan, no vaya a ser que sospechen que estamos cambiando de bando. Y así nos engañan y nos manipulan y la “manada” se vuelve mas manejable y los políticos consiguen nuestros votos.

Vivimos defendiendo ferozmente las ideas que otros nos imponen y no somos conscientes de, hasta qué punto nos manipulan.

Yo soy un vivo ejemplo de ello. Al principio de la pandemia, había un grupo que pensaba que esto era una puñetera gripe y que nos estábamos volviendo locos y otro que veía el peligro de la situación. Yo me puse en el bando de los primeros y defendía con gran convencimiento y con los argumentos de los periodistas y políticos que yo escuchaba, que la sociedad había entrado en pánico y que esto no era nada.

Me equivocaba…y mucho. Ahora defiendo lo contrario, con argumentos que no son míos y con los mismos ideólogos o distintos. Te das cuenta que somos como puñeteros loros repitiendo lo que nos dicen. Como niños pequeños que defienden a pies juntillas lo que le ha dicho su papá o su mamá sin poner en duda, ni un solo instante, la verdad de sus argumentos.

Yo no quiero ser ni de izquierdas, ni de derechas. Quiero una gestión eficiente de mi país. No quiero ponerme en un bando y que alguien alimente mi rencor hacia otros. Odio por haber nacido en partes distintas, odio por ser hombre o mujer, odio por tener una raza distinta, por tener equipo de futbol diferente, por tener distinta clase social….odio, odio, odio.

Todos humanos, todos con los mismos problemas reales, todos añorando un momento de paz, de sonrisas con los amigos, de abrazos, de cariño. Juntos seríamos tan fuertes y tan grandes que nadie podría manipularnos. Pero es mejor dividirnos y enfrentarnos. 

Seguimos siendo los borregos de un mundo manejado por lobos.


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