Cada día asusta un poco más la situación de Cataluña. Me da la sensación que los políticos catalanes siguen sin gobernar para resolver los problemas de la gente a propósito. La falta de soluciones y la cesión de parte del poder a los anti-sistema, ayuda a la deriva nacionalista. La existencia de múltiples problemas económicos, organizativos y de inseguridad, alimenta el cabreo de la gente. Ese cabreo, bien dirigido desde las instituciones y los medios de comunicación autonómicos, contra un enemigo externo, en este caso el Gobierno de España, convence a la gente, y genera votos y apoyos.
Mientras, Cataluña está perdiendo inversiones cada día. Se está permitiendo que los anti-sistema, a través de la CUP, destruyan las instituciones desde dentro y los radicalismos campan a sus anchas. Las fuerzas del orden ahora parecen los malos y las del caos, los héroes.
Cataluña se está volviendo del revés y cuanto más tiempo pase, más complicado será darle la vuelta.
No hay comentarios :
Publicar un comentario