viernes, 10 de marzo de 2017

LAS ESTACIONES Y LA VIDA


Parece que va asomando la primavera. Para mi es la mejor época del año. Los días son largos y cálidos, sin ser calurosos. La gente está más alegre y animada. Salen a hacer deporte, a tomar algo con los amigos o a dar una vuelta con los críos.

Las estaciones son un reflejo del ciclo de la vida, condensado en un año. La infancia y la primavera son iguales; llenas de vida, de colores vivos, de risas y de luz.

El verano y la juventud; con su fogosidad, su calor, su fuerza y energía. Días de aventuras que no quieres que nunca acaben. De fiestas, de felicidad y de amor.

El otoño y la madurez con sus colores dorados. Con una luz que evoca a la reflexión y al sosiego. Donde las noches van siendo más frías y la pasión más débil. Etapa aún hermosa, de belleza serena, pero algo lánguida y triste.

El invierno y la vejez. Época fría y oscura. De soledad y recogimiento. Con pequeños destellos de felicidad, como cuando la nieve juega con los niños. Como cuando los abuelos juegan con sus nietos. El fin de un ciclo. El fin de una vida.

La vida, ya sea de una planta, de un animal o de un planeta, tiene su ciclo, su principio y su fin. Lo que sí es eterno es el ciclo en sí. Siempre volverá a haber una primavera… solo hay que dejar que el invierno pase.

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