Creo que soy como un personaje de videojuego cuyo destino es dirigido por un ser superior con muy mala leche. ¡No es normal tener tan mala suerte!
Sé que este pensamiento parece una estupidez, pero si uno analiza su vida, parece que a veces los obstáculos están ahí para que aprendas a saltarlos. Yo, por ejemplo, era una persona tremendamente tímida, que huía de los conflictos. Pues la vida me ha puesto en un entorno lleno de conflictos y es una putada, pero la verdad es que me ha hecho ser más fuerte y resolutivo. Y, a veces, parece que esos obstáculos no son fruto de la fortuna. Parece que alguien los pone ahí para mí, para hacerme despertar, para que me revele y luche.
También es cierto que me gustaría que mi vida no fuera así. Un espera tener alguna vez un golpe de suerte y que la vida te sonría, pero no es así. Quizás no haya aprendido todavía la lección. A lo mejor la vida de cada uno tiene un fin, un objetivo y somos afortunados o desgraciados en función de si aceptamos o no ese objetivo. Quizás no seamos libres y solo seamos marionetas manejadas por el destino.
De todas formas, si hay alguien que me dirija a mí…dame un respiro, que es navidad…
No hay comentarios :
Publicar un comentario