Es curioso como la defensa de las minorías y de los desfavorecidos, parece patrimonio exclusivo de la izquierda. Y es cierto que tiene su encanto romántico, defender a aquellos que no tienen defensa, o que se sienten oprimidos por el sistema. Me parece muy bien que se legisle para se les reconozcan derechos, que les hagan sentirse integrados. Luchar contra cualquier tipo de discriminación debería ser objetivo de cualquier gobierno, sea de izquierdas o de derechas.
Lo que ya no me parece justo es que se legisle para dar más derechos a unas personas, por el simple hecho de haberse sentido discriminadas, o que se legisle exclusivamente para las minorías, olvidando que uno está en el gobierno para mejorar el bienestar de todos, y no solo de las minorías.
Esto es pasando en muchas poblaciones en las que gobierna PODEMOS. Se obcecan en crear políticas que favorecen la integración, políticas de ayuda al inmigrante, al desplazado y a cualquiera que no se sienta respaldado por la sociedad y se olvidan del resto. Llegando a discriminar al ciudadano de a pie en favor de las minorías.
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