Aunque todavía está pendiente la abstención del PSOE en la votación de investidura, quizás vaya siendo hora de reconocer que me equivoqué y que, cada vez, las terceras elecciones están más lejos.
Muchos de los analistas políticos ven inviable la legislatura que comienza y se aventuran a decir que no durará más de un año.
Uno de los problemas que tendrá la oposición en esta legislatura es, que han personalizado el rechazo en Mariano Rajoy, vetándolo en cualquier circunstancia y dando a entender que, cualquier propuesta que salga de sus labios debe de ser inmediatamente rechazada.
Esto será una tremenda ventaja para el PP. Le permitirá presentar políticas muy populares, orientadas a ganarse a la opinión pública. Estoy seguro que, aunque estas medidas sean demandadas por la sociedad y tengan gran aceptación social, serán rechazadas por la oposición por el simple hecho de ser presentadas por el PP. La oposición acabará poniéndose en contra a los votantes y los populares podrán presentarse a unas nuevas elecciones, ya sin Rajoy, con la seguridad de ganar con mayoría absoluta.
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