Todos tenemos nuestros secretos, nuestras manías. Cosas que nadie sabe de nosotros y que mantenemos en secreto porque parece que no encajan en la visión que tienen los demás de nosotros. Música que no pega contigo, mezclas extrañas de comida, manías raras, filias sexuales… Nos creamos un “yo oculto” distinto del “yo social” y en ese “yo oculto” guardamos todos estos comportamientos que no encajan en nuestro “yo social”
El caso es que, en realidad, somos la suma de esos dos “yos” Dependiendo de lo perfecto que quieras que sea tu “yo social”, más grande será tu “yo oculto”. Y cuanto más grande sea tu “yo oculto” más de mentira será tu “yo social”, más falso, más fachada.
El mantener ocultas muchas cosas, hace daño psicológicamente a las personas, porque tu “yo social” está muy alejado de quien realmente eres.
Nadie es perfecto, y todos, absolutamente todos, tenemos nuestras rarezas. A veces en esas imperfecciones está nuestro encanto. Acéptate tal y como eres y, la gente, a la que le importes y te quieran de verdad, también te aceptará.
No hay comentarios :
Publicar un comentario