A veces parece que no somos conscientes del problema que supone tener la deuda que tenemos y los niveles de déficit que mantenemos. Es decir, además de deber muchísimo dinero, seguimos gastando más de lo que ingresamos.
Me hace gracia cuando oigo a ciertos políticos, hablando de negociar la devolución de la deuda y el objetivo de déficit, como si nosotros tuviésemos la sartén por el mango. Además plantean subir el gasto público, es decir, incrementar la deuda.
El problema de seguir gastando más de lo que ingresamos es, que tenemos que seguir pidiendo dinero prestado para tener liquidez (las famosas subastas de deuda pública). ¿Y qué pasa si nos ponemos gallitos y dejan de prestarnos? Pues que tarde o temprano el sistema colapsará y tendremos que dejar de pagar o a los parados, o a los pensionistas o a los funcionarios.
Pues nada, que los políticos nos sigan vendiendo “la moto”, sigan siendo irresponsables, sigamos sin gobierno y sigamos siendo inestables. Porque de todos es sabido que la inestabilidad política atrae el dinero y las inversiones...¿o era al revés?
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