La mayoría de la gente, en algún momento, tenemos una idea, grande o pequeña, para mejorar algo, o cambiar el mundo. La mayoría de ellas se quedan en un comentario de ascensor como: “Yo no sé porque se hacen las cosas así cuando, si se hiciesen…”
Hay gente que se implica e intenta poner en marcha su idea pero, en cuanto encuentra dificultades, desiste y la abandona. A lo mejor nos equivocamos y lo que creemos interesante, no le interesa a nadie. Pero también puede ser que sea interesante, pero nadie se esté enterando, o que no llegue a la gente adecuada.
Creo que los grandes proyectos han salido adelante porque ha habido alguien que los ha defendido contra viento y marea, porque no desfallecieron y porque creían en ello.
No desperdiciemos las ideas. Hay que intentar ponerlas en marcha, y si crees de verdad en ellas, no te rindas nunca.
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